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Un espacio para Dios en casa, el Altar Familiar.

 

Altar Familiar



Cuando uno escucha por primera vez esa frase “Altar familiar” se comienza a imaginar muchas cosas. En mi experiencia personal la primera vez que lo escuche imagine algo físico, algo así como velas, una Biblia y una serie de oraciones o ceremonias o algo similar, mas errado era imposible estar.


Bien descubramos juntos que es el altar familiar.


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Adoración de Dios en el Hogar.


Cuando aceptamos a Cristo en nuestro corazón, una de las primeras cosas que debemos hacer como parte de nuestra vida es la adoración ya que nuestro espíritu lo necesita.

1Timoteo 4:8  “porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.”


Y aunque en nuestro corazón podemos adorar a Dios y darle gracias a Él por todo en todo tiempo y lugar. Si es necesario tener un tiempo y espacio para adorar y orar. Y es un momento que debemos hacerlo en compañía de nuestros seres queridos.

Mat 18:19-20 “Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.”



Bendición en el hogar.


No hay nada que bendiga mas al hogar que un culto familiar, ya que invita a los mas pequeños a entender mas de Dios y aprender de su palabra. Y aquellas rencillas o aspereces entre los diferentes miembros son disminuidas o desaparecen permitiendo que, en nuestro hogar entre Dios con un corazón dispuesto, listo para aprender y guardar toda sabiduría derramada en ese momento.


La mejor herencia.


Aquellos que sean padres de familia podrán dar testimonio que con los hijos se quiere dar lo mejor para que en lo posible su futuro sea bueno y próspero Nos preocupamos de que tengan una buena educación según nuestros alcances, le damos los mejores alimentos y nos preocupamos por su salud. Por algo en la Biblia lo dice quien si su hijo le pide Pan le dará una piedra.

Y lo mejor que nuestros hijos pueden heredar de nosotros es el recuerdo en su mente de aquellos días que compartían en familia para hablar de Dios, donde muchas dudas eran aclaradas y donde despertaron ese interés de entender más y logar así la armonía de nuestra composición tripartita (Cuerpo, Alma y Espíritu).


Como debemos de realizarlo.


Lo primero que debemos es determinar un buen día y hora para que la familia pueda compartir este espacio. Que sea un tiempo el cual podamos destinar, comprometiéndonos a entre lo posible siempre estar ahí.

Papá o mamá o los hijos mayores ya con mas experiencia son los que organizan, estudian y preparan el culto familiar para ese día. Las preparaciones son recomendables que sea con antelación al altar.

Se puede ir desde lo más simple un capítulo que nos gustaría leerlo y comentarlo.

Hasta algo mas elaborado con actividades didácticas, enseñanzas de vida y juegos que puedan participar los miembros de la familia.

Y siempre tener presente la audiencia que va a estar, no podemos extendernos tanto si tus hijos son muy pequeños ya que mas de 15 minutos probablemente pierdan el foco. Ni tampoco sobrecargarlo con solo lectura sin agregar algo que los mantenga interesados.

A como lo opuesto para una audiencia más madura, es encontrar el mejor equilibrio.

En nuestra familia por ejemplo nuestros hijos son muy pequeños aun por tanto optamos por lecturas de algún capitulo corto en la Biblia o también alguna actividad que involucre una acción y al final el mensaje de este. Hemos hecho por ejemplo rompecabezas, sopa de letras, crucigramas, jugar adivina la palabra, búsqueda de pistas o tesoros, etc.

Al realizar el altar familiar siempre hazlo con amor, no lo hagas por cumplir o por hacerlo. Es el pensar de que es un espacio para adorar a Dios y de compartir en familia. De disfrutar esta actividad a como podemos disfrutar de otras.






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